Empiezan los nervios, me avisan que ya tiene gestionado todo, seguro incluido ya que se lo pedí. En mi caso a terceros como casi todos, pero por supuesto con asistencia en carretera que no lleváis gato ni rueda de repuesto.
Me acerco con mi mujer al concesionario, casco, chaqueta, guantes......
Día de calor aunque menos mal que no fue dos días antes ya que cayo una chupa en Madrid que no veas.
Firmamos, por cierto ya había pedido un préstamo que las cosas pagadas a plazos mejor.
Me explica las cuatro cosas de rigor que yo en su mayoría sabía gracias a Google.
Me visto de astronauta perdón de motero y arranco, oh dios como tira, encima obras a mi alrededor no se yo, me planteo girar aunque no se como y devolvérsela al vendedor para que me la acerque a casa.
Pero nada, respiro hondo y sigo. Mi mujer detrás en el coche.
Llego al primer semáforo y paro con freno trasero. Todo el mundo sabe que en las scooter la frenada es primero trasero y sin soltar delantero, ir suaves en este punto.
Tomo la calle Camino de Santiago para el que la conozca. El tráfico es débil, menos mal. Primera rotonda, que mal la tomo menos mal que no me caigo, el acelerador lo tengo que controlar mejor ya que meto algún que otro tironcillo. En cuanto lo sueltas la moto retiene bastante. Que gran moto José.
Mi mujer detrás en el coche.....
Paso rotonda tras rotonda como buenamente puedo. A mi lado coches, delante coches y detrás mi mujer en el coche.
Llego a al última rotonda, me parece enorme con lo fácil que es en coche, aparecen furgonetas de reparto, camiones, autobuses y la tomo como puedo saliendo a la izquierda (270º), soy un héroe.
Me meto por una incorporación y una conductora amable me intenta ceder el paso pero yo con mi torpeza la digo que pase ella ya que no quiero caerme delante.
Accedo por la calle donde está telecinco (no se como se llama) y me encamino a Monte Carmelo.
Atasco, de todo tipo a mi me parece un mundo, si fuera en coche no sería nada.
Entro en Monte Carmelo y todo parece que va bien.
Me posiciono mejor en los semáforos e incluso me permito girar en una calle para recoger un mandado.
Noto los saltos, lógicamente con las rueditas de una scooter se notan más las irregularidades de la carretera.
Cuidado con las roturas longitudinales del asfalto.
Para una scooter puede ser un muro.
Tomo carretera en dirección a mi destino y llego a casa, total 30 minutos un maquinón.
Ato la burra y me despojo de tanta parafernalia, que descanso.
Por supuesto mi mujer me critica, porque ibas dando tirones, cambiando de ritmo y un largo etc.
A ella la querría ver en estas lides. Si es que para criticar son únicas.
Continuaremos....
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